
Con la Navidad llegan los regalos y la ilusión de los niños por escribir la carta a Papa Noel y a los Reyes Magos, pidiendo sus juguetes, mirando los catálogos para elegir el mejor juguete, incluso paseando por las tiendas viendo todo lo que hay.
No nos olvidemos tampoco de los anuncios de la televisión con los que dos meses antes nos están bombardeando.
Todos recordamos alguno de nuestros juguetes de cuando éramos pequeños, incluso hay gente que guarda alguno de los juguetes, de aquel que nos haya marcado, con el que más jugábamos…
Creo firmemente en la importancia del juego y porque no de los juguetes, me parece una manera perfecta de aprender ¡Qué mejor que aprender divirtiéndose! Pero en ocasiones no nos damos cuenta de los mensajes que transmitimos con los juguetes.
Por ejemplo, tenemos que hacer un regalo a un niño y normalmente nos decantaremos por una pelota o unos coches… y si es una niña una muñeca, un disfraz de princesa… ¿estos regalos están mal? Pues no por supuesto que no.
El problema es que damos por hecho que al niño le gusta jugar al fútbol y con los coches, mientras las niñas sueñan con ser una princesas, o cuidar de bebés o preocuparse por la ropita de las mujeres.
Los anuncios y los catálogos muestran los mismos estereotipos, niñas con carritos de bebes, niños con juegos de guerras… Siempre fomentando la fuerza en los niños y las habilidades de cuidado en las niñas.
¿Tenemos que evitar que nuestros niños vean anuncios, catálogos…?
No pienso que sea la mejor opción, considero importante enseñar a los niños que los juguetes no dependen del género, si no de las inquietudes, los gustos y las habilidades que cada persona tenga.Si somos nosotras mismas las que creemos que los juguetes, los colores o incluso las profesiones dependen del sexo o género, es ese mensaje el que estamos transmitiendo a los menores perpetuando los estereotipos machistas.
Un niño puede vestir de rosa y una niña puede jugar al fútbol, pueden parecer ideas muy fáciles y que están extendidas pero todavía oigo a niños diciendo que el rosa es de chicas o que una chica no puede jugar al fútbol y no sólo entre los más pequeños, sino también entre adolescentes de 16 años.
Regalar juguetes, jugar con vuestros hijos, hijas, sobrinas, sobrinos… pero no se os olvide que a través del juego se puede educar en igualdad.
ROSANA
Trabajadora social, coach y experta en empoderamiento femenino
[…] los años se han conseguido ciertos avances en los derechos de las mujeres pero no nos engañemos, no hemos conseguido la igualdad. Todavía queda mucho camino por recorrer y damos unos pasos tan diminutos que mucho tendría que […]
[…] a nuestras hijas que tengan cuidado, que no vayan solas o que no se pongan tal o cual ropa, si no eduquemos también a nuestros hijos en igualdad y en el respeto a los demás sean del género que sean porque todos somos […]