
Para detener los pensamientos que van a toda pastilla en tu cabeza, aflojar ese ritmo de vida acelerado, hacer algo nuevo que no tenga nada que ver con obligaciones, centrarte en el ahora y mejorar el ánimo, hacer algo en familia con tus hijos, tu perro, tu pareja o sola.
Hoy te traigo un nuevo recurso para aumentar tu bienestar emocional y pasar un tiempo de calidad contigo misma. La receta para la elaboración de una crema casera de caléndula.
La caléndula es una preciosa flor de tonos anaranjados ( tiene varias tonalidades desde un tono más anaranjado hacía otro más amarillo) parecen margaritas grandes ,pero no lo son y en cada pueblo se les llama de diferente manera desde claveles de burro ,flores de los muertos….etc . Son súper fáciles de cultivar ,crecen muy rápido y se expanden una barbaridad ,así que si te decides al cultivo de estas flores y tienes las mismas manos de cazo con las plantas que yo ,tranquila lograrás cultivar esta planta. Si yo pude tu también puedes.
Deja las prisas,los ruidos, el estrés y planea un viaje-aventura al campo o algún pueblecillo en donde puedes encontrar esta flor. Coge una cesta de mimbre (o lo que tengas), unas tijeras y siéntete por unas horas libre de obligaciones. Conecta con la naturaleza, siente la tierra, escucha el silencio y escúchate a ti.
¿Para qué la podemos utilizar?
Ayuda ha desinfectar y cicatrizar. Es antiséptica por lo que ayuda en golpes ,magulladuras cardenales.
- Quemduras con aceite y quemaduras producidas por el sol ( calma y hace que no se te pele la piel)
- Es ideal para las grietas que se forman en las almohadillas de nuestros amigos caninos
- Para el culito del bebé y para los pezones agrietados por la lactancia
- Heridas
- Pieles inflamadas y resecas
- Picaduras de insectos medusas
- LLagas, verrugas y contusiones.
- Estrías
Ingredientes y elaboración
1 litro de aceite de oliva
300 gramos de flores de caléndula frescas
125 gramos de cera virgen
Hacer una cocción lenta de las flores en el aceite durante una hora a fuego muy lento (40-50º C) sin tapa para que se evapore el agua. Sacar las flores y dejarlas enfriar. Mientras tanto, poner la cera en el aceite para que se deshaga. Cuando las flores están frías se exprimen en una tela de algodón, y se añade el jugo al aceite. Una vez deshecha la cera se pasa por tamiz y se pone todo en tarros pequeños, que una vez enfriados se cierran, se etiquetan y se protegen de la luz, el calor y la humedad.
Ya me contarás cómo te queda.Recuerda que puedes hacer de cada instante, un momento único.
Un abrazo.
NOELIA