
Cuántas veces al cabo del día acabas explotando y dices (y te dices) !Hasta aquí hemos llegado¡, a partir de ahora voy a dejar de ser la tonta que está para todo y para todos y me voy a encargar de mi misma. Pero pasado el enfado, la tristeza, la decepción o el agotamiento vuelves a ser la mujer que siente la necesidad de cuidar a todos los que les rodean olvidándote de ti.
Y así, La noria vuelve a girar. Y sin darte cuenta, otra vez vuelves a meterte en esa dinámica estresante que te roba las energías, el bienestar y la salud física- emocional-mental. Y sin darte cuenta otra vez te olvidas de ti como si fueses lo menos valioso de tu vida.
¿Por qué has acabado cuidando demasiado?
Creemos que el papel de mujer abnegada, complaciente, silenciosa ,cuidadora y responsable de las cargas familiares ha quedado atrás, pero lo cierto es que “la madre de toda la vida, la sufridora, la de siempre” aún sigue siendo muy aplaudida y apoyado por la sociedad, la cultura, las familias, los vecinos…
Y lo normalizamos porque lo hemos visto en nuestras madres, abuelas, bisabuelas, amigas…Aún nos queda un largo camino hasta lograr empoderarnos como mujeres y alcanzar la igualdad.
Cómo ser una mujer atenta y servicial sin que te tomen por tonta
Por muy bonito que de cara a la galería quede eso de ser buena con el prójimo , no decir nunca que no, o intentar ser la mujer-madre-esposa -trabajadora perfecta. no lo es y te hace daño, un daño silencioso pero daño al fin y al cabo.
Porque detrás de esa necesidad de satisfacer al otro ( hijos, pareja, familia, amigos, animales…..) por encima de tus propias necesidades se esconde mucho miedo, miedo al abandono, miedo a la soledad, miedo al rechazo, miedo al que pensarán, miedo a no merecer amor, miedo a no ser lo que esperan que seas….
El miedo al rechazo, a no ser querida o aceptada te hace ser excesivamente servicial con los que te rodean y hace que esos demás con el tiempo acaben aprovechándose de ti ,dando por hecho que es “tu deber” atenderlos, que es normal que tú des tanto a cambio de nada.
.
¿Cuándo comenzó ?
No te pienses que ser una cuidadora nata aparece de la noche a la mañana, no no querida mía, comenzaste en tu infancia cuando siendo una niña pequeña por diversos motivos te sentiste indefensa, desprotegida, poco aceptada o incluso poco querida. Por lo que comenzaste a interpretar el rol de “cuidadora” esperando que de esta manera tus padres, abuelos o los adultos con los que vivías te aceptasen quisiesen o estuviesen orgullosos de ti.
Querías ser útil y valiosa a cambio de cariño, atenciones, seguridad y amor.
El orígen de tu baja autoestima y de esa necesidad de servir [GUÍA DE LA PERFECTA ESPOSA]
Wendy y Peter Pan, hombres inmaduros
El síndrome de Wendy suele darse en mujeres y es muy normal que toda Wendy acabe compartiendo su vida con un Peter pan, un hombre inmaduro que evita las responsabilidades (todo lo que puede) y que quiere interpretar el papel de niño por siempre.
Y por eso tú como buena Wendy para hacerle la vida más fácil y cómoda, y que sea feliz te responsabilizas de todo lo que él no hace.
Familias tóxicas y porqué eliges parejas que te hacen sufrir
Peter Pan necesita cuidados y dejas de ser mujer para ponerte el traje de madre de tu pareja, de tus padres, de tus amigos, de tu suegra.….y de todo el mundo.
Les cuidas , aconsejas, consuelas, haces favores, les atiendes, sermoneas, te preocupas …..a cambio de nada (como lo hace una madre con su bebé).
Y cuando tú acabas vacía de tanto dar , te sientes decepcionada y sola.
Y te das cuenta que estás dando demasiado a cambio de nada , y te sientes agotada ,estresada frustrada e infravalorada, lo que puede acabar en problemas de ansiedad, tristeza profunda, depresión , problemas físicos ( dolores de estómago, cabeza, cansancio crónico, problemas de piel…) problemas de pareja (debido a la clara desigualdad) problemas familiares( tus hijos, animales pueden desarrollar problemas de comportamiento o emocionales) problemas de trabajo, con los amigos….
Y en general acabas con un sentimiento de insatisfacción emocional permanente que no sabes de dónde viene.
¿Cómo saber si estás en el papel de Wendy?
Me gustaría que me digas si te sientes identificada:
No quiero ser esa tal Wendy ¿Qué puedo hacer?
Quiero decirte que a veces es muy complicado tomar consciencia de que tienes este problema ya que forma parte de ti desde hace tanto tiempo que lo tienes normalizado e integrado en tu comportamiento, en tu forma de querer y de relacionarte. Y que encima es apoyado por la sociedad, por tu entorno y por un porcentaje muy alto de mujeres que conocemos.
Si miras a tu alrededor y apuntas en una libreta fijo que en un día apuntas a más de diez mujeres que sufren el síndrome de Wendy, y lo vemos como algo normal aunque desde luego no lo sea.
Pero ¿sabes qué? que complicado no es imposible y que sé con seguridad que una mujer como tú que ha logrado superar tanto en la vida, puedes con esto y con todo lo que se proponga.
Tú puedes.
Estoy segura de que no quieres ser una esclava en tu propia vida, por eso tienes que :
- Ser consciente y aceptarlo. Aceptar que cuidas y quieres a todos menos a ti, que te preocupa la felicidad de todos y te olvidas de la tuya.
- Emprender un viaje de autoconocimiento para aumentar tu autoestima y potenciar todo tu valor personal
- Darte el espacio y el tiempo que te mereces.
- Entender tus emociones y aprender a gestionarlas para eliminar el estrés que tanto te agota
- Cuidarte a ti misma para así de verdad poder querer y cuidar a los que te rodean.Pero primero tú.
- Aprender a ser asertiva, y a decir que NO sin miedo a que te abandonen o dejen de quererte.
Si quieres puedo acompañarte, no solo por mi formación, o porque lleve muchos años trabajando con mujeres que han pasado por este mismo proceso, sino porque yo también estuve en tu situación y puedo mostrarte herramientas naturales como son las FLORES DE BACH, que sé con seguridad que te van a ayudar a quererte, aceptarte, perder el miedo al abandono y darte el lugar que te mereces en tu vida.
¿Por qué si tú no te cuidas quién?
Noelia.