
Con el tiempo he descubierto que la felicidad no es grande sino pequeña, es efímera, inesperada, variable, pero está en cada segundo que respiramos.
Vamos tan atolondradas con las preocupaciones del día a día que somos incapaces de percibirla,de saborearla ,de sentirla, pero si observas bien, si te observas bien siempre está ahí por muy malo que sea el momento.
Quizá aparezca en forma de sonrisa de un desconocido, de alguna trastada de tu hij@,de calorcito de tu perro cuando se tumba junto a ti.
De un encuentro fortuito con alguien a quien hace tiempo que no veías, una mini llamada de teléfono con esa amiga que te hace olvidarte de todo, la patita de tu gato puesta en tu frente mientras duermes, la lluvia mientras paseas, un rato de silencio en una cabeza llena de ruidos, el interés de alguien que nunca se interesa , tu plato preferido o el verte capaz de hacer algo sin ayuda de nadie.
Estar está ahí siempre …..por eso cuando tu cabeza te diga :mal, mal, mal…….busca dentro de ti lo que sabes que te hace feliz.
Para mí (ahora que soy madre ) el tener un mini ratito para mí o irme SOLA con mis perros en SILENCIO a andar por el campo, equivale a una semana en un balneario y me crea una sensación de paz indescriptible que me carga las energías y equilibra mi balanza interior, me hace muy feliz.
¿Cuáles son tus pequeños momentos felices?