
¿Te has preguntado alguna vez la cantidad de vivencias emocionantes que guarda esa preciosa casa abandonada por la que pasas cada vez que vas a tu pueblo?
Me encantan las 🏚casas antiguas, perderme entre los recuerdos escondidos, entre las paredes, los ladrillos, las piedras, el silencio…
Observar las ventanas descascarilladas, oír las puertas y suelos que crujen ….
❤Mirar casas antiguas puede ser muy terapéutico para ti, querida y es una terapia emocional cotidiana que tienes a tu alcance en cualquier momento.
Te puede hacer sentir mucho mejor cuando estés de bajona o si has dejado de encontrar sentido a tu vida.
Te puede parecer una tontería como una catedral lo que te digo, pero si te dejas llevar funciona de verdad, yo lo he usado muchas veces y ahora aunque no esté mal también lo hago.
PASOS A SEGUIR
1- Vete de paseo y busca una casa vieja que te transmita algo al verla ( la casa familiar también vale si es antigua, si es un chalet con piscina cubierta y pista de padel no 😉)
2- Busca un banco en el que poder sentarte para verla, apaga el móvil y sin prisas observa sin interrupciones.
3-Cierra los ojos y conecta con tus emociones, deja fluir la energía y siente lo que sientas, lo que te haga sentir, lo que te transmita… Escúchate, escucha más allá de tus comeduras de cabeza habituales.
Pensar en la felicidad, los dramas los secretos, las discusiones, los triunfos, los fracasos, los nacimientos o las perdidas que ocultan esas viejas paredes te hace reflexionar, te hace valorar lo afortunada que eres de haberte levantado esta mañana.
Te re-conecta con lo bonito de la vida, con el ahora mismo. ( Si no logras ver los bonito, escríbeme y te acompaño a encontrarlo)
Porque hace la tira de años, alguien dentro de esa casa lo estaba pasando como tú o aún peor , tenía un millón de dramas a los que enfrentarse, que si la guerra, que si el hambre, que si había enviudado, que si había perdido a dos hijos……que si estaba enamorado de la hija de su enemigo y era un amor imposible
Y su tiempo se acabó, ya no está, …….porque la vida acaba.
Y tú querida estás aquí aún. ¡Qué suerte!
Hay lugares que guardan ❤emociones ocultas en cada uno de sus rincones.
Tan solo basta con cerrar los ojos para entender que el tiempo no nos pertenece y que la verdadera fortuna se encuentra en ese mismo segundo que imparable vuela hacia el almacén de los recuerdos vividos.
¿Qué te parece?¿Estás dispuesta a probarlo?
Un abrazo.